En el más reciente Consejo Departamental de Gestión del Riesgo del Quindío, la Unidad Departamental de esta rama, UDEGERD, dio a conocer que está adelantando un estudio sobre el comportamiento y georreferenciación de los vendavales que han ocurrido en los últimos 30 años en el departamento.
Esta información ya recolectada está siendo procesada con el fin de intervenir de una manera más asertiva a las comunidades, infraestructura y proyectos productivos para así evitar las afectaciones que hoy día se presentan ante este fenómeno.
En este Consejo se dieron a conocer los eventos y articulaciones de conocimiento, reducción y manejo de desastres en el Quindío, como lo ocurrido el pasado 1 de diciembre en la vereda Travesías de Calarcá, donde fallecieron seis personas y desapareció una escuela a causa de un deslizamiento.
Allí, en la vereda se adelantó el proceso de recuperación de cuerpos y de normalización de la vía. No obstante, se trabaja en el restablecimiento del suministro de agua por parte del Comité de Cafeteros, ya que existen dificultades para obtener el permiso en predios privados para hacer instalaciones y garantizar el servicio público.
De igual manera se demostró que con maquinaria amarilla se trabaja en 300 puntos del territorio afectados por eventos de remoción en masa, se adelantan obras de bioingeniería en Salento, Calarcá y Pijao, y se intervienen los causes de los ríos en el sector de Tarapacá. El director de la UDEGERD Fáber Mosquera Álvarez además informó que en 2018 se capacitaron a cuatro mil personas en temas de gestión del riesgo.
Sobre la conmemoración de los 20 años del terremoto de 1999, la gobernación explicó que se realizarán jornadas académicas y protocolarias de remembranza y articulación para hacer del Quindío un departamento más resistente a las amenazas de la naturaleza.