Reciclar es una labor que debe iniciar desde los hogares, la comunidad no sabe diferenciar entre los residuos sólidos. ¿Qué es el reciclaje? ¿Qué y cuáles son los residuos aprovechables y no aprovechables? ¿Cuál es su correcta disposición?
Al año cerca de 125.000 toneladas de residuos llegan al relleno sanitario Andalucía en la vereda San José, de Montenegro, donde aproximadamente 80% podrían ser reciclables; esto debido a que los 600 mil quindianos no conocen la adecuada separación en la fuente. Esta mala disposición acarrea que por cada tonelada se generen 17 kilogramos de gases invernadero, es decir, en el Quindío estamos generando 2.125.000 kilogramos al año, incrementando el calentamiento global, afectando al cambio climático que vivimos a diario en Colombia y el mundo.
Adicional al dramático daño que hacemos al medio ambiente, está el riesgo al que exponemos a los recuperadores de oficio, su bienestar y salud personal, como por ejemplo, Óscar Javier Ocampo, trabajador de la fundación Apro Hábitat de Calarcá, contó: “A nosotros nos gustaría que la gente fuera más consciente. No queremos que nos hagan el trabajo, pero hacerles un llamado a que separen los mismos materiales, porque en ocasiones van todos los residuos a la misma bolsa, muchas veces con vidrios, elementos cortantes, jeringas, pañales, cosas que pueden afectar nuestra salud, ya que nosotros metemos las manos en estas bolsas”.
Igual le sucedió a Blanca Liliana Patiño, representante legal de Apro Hábitat de Calarcá: “En las casas no reciclan. Tiran vidrios con otros elementos, generando que nuestros muchachos se corten. Por ejemplo, el vidrio no se debe mezclar con cartón o papel, porque muchas veces uno mete la mano y se corta, a mí me ha pasado muchas veces. Porque la gente no es consciente de lo que hace”. La correcta disposición de elementos como vidrio o latas deben ir separadas en bolsas con sus respectivos rótulos, avisando que clase de residuos hay en cada recipiente; así se evitarían estos accidentes laborales que pueden poner en riesgo la integridad de los trabajadores.
Los recuperadores de oficio tienen una vocación de servicio con una conciencia orientada a la conservación de los recursos hídricos y medio ambientales, contraria a muchos habitantes que no buscan cambios para la preservación de la naturaleza. “Nosotros hacemos el reciclaje por el medio ambiente, yo le digo a los muchachos de la fundación que esto no es simplemente por el bolsillo, debemos colaborar al planeta, nosotros ya estamos en una etapa para abajo, hagamos por nuestros hijos, es para ellos, demos un ejemplo para los niños. Verdaderamente hay mucha gente que no tiene sentido de pertenencia por el mundo”, afirmó Patiño.
La realidad en el Quindío y sus habitantes es que no conocen la adecuada disposición de los residuos. Por ejemplo, en el recipiente blanco deben ir papeles, cartón, metales, tejidos, vidrios, botellas, plásticos y latas, pero estas últimas deben encontrarse lavadas y secas completamente, porque si humedecen el papel o cartón se pierde el ciclo del reciclaje. En la bolsa de color negro deben ir los residuos inservibles como pañales, papel higiénico, toallas húmedas y papeles con restos de comida. Finalmente, en los recipientes verdes deben depositar la fracción orgánica, es decir, desperdicios de comida como cáscaras de frutas y vegetales, huesos, residuos agrícolas y sobras de alimentos.
Heriberto Alarcón, líder del componente de aseo del Plan Departamental de Aguas de la Gobernación del Quindío y experto en la materia, argumentó que, en concordancia con la sentencia 0275 de 2011, los gobiernos locales deben desarrollar acciones afirmativas en pro de los recuperadores de oficio para conducirlos a que se conviertan en personas prestadoras de la actividad del aprovechamiento, permitiendo la pro actividad en el tema de costos y avance del reciclaje como lo dice la norma, generando la inclusión social de los recuperadores.
“Como es sabido, cerca de 125.000 toneladas de los residuos sólidos recolectados en el Quindío están llegando directamente al relleno sanitario, causando una preocupación a nivel ambiental, porque estos lixiviados generados en la disposición final provocan unos líquidos que contaminan las aguas subterráneas y que repercuten en la calidad de vida de las personas. Por ello, la importancia de que seamos ciudadanos responsables en la separación de los residuos sólidos en dos categorías: recuperables en el recipiente blanco, no recuperables en el recipiente negro y los orgánicos en el recipiente verde, tal como lo expresa la resolución 2184 de 2019”, puntualizó Alarcón.
Teniendo en cuenta las desastrosas cifras relacionadas por la falta de reciclaje en el Quindío, sumado a la inconsciencia en los ciudadanos, el camino es largo y se necesita una cultura desde los hogares sobre la correcta disposición de los residuos sólidos. Asimismo, crear políticas públicas que beneficien todo el componente de aseo en el departamento y a los recuperadores de oficio, que en gran medida se sienten marginados por la sociedad y que prestan un servicio de vital importancia a las comunidades, como lo expresó Blanca Liliana Patiño representante de la fundación Apro Hábitat: “Esto de trabajar el reciclaje es duro, difícil y complicado. Es una lucha”.
Voz de Blanca Liliana Patiño representante de la fundación Apro Hábitat de Calarcá.
Voz de Heriberto Alarcón, coordinador componente de aseo Plan Departamental de Aguas del Quindío.
Voz de Oscar Javier Ocampo, recuperador de oficio de la fundación Apro Hábitat de Calarcá.