Desde la secretaría departamental de Educación se proyecta, de la mano con los directivos docentes de las Instituciones Educativas del Quindío, el desarrollo del modelo de jornada única para la vigencia 2023. Esto, partiendo de las dificultades presentadas con la prestación del Plan de Alimentación Escolar – PAE, cuyo anterior operador terminó sancionado y cediendo el contrato a la Unión Temporal ‘Sinergia 2020’; un ejercicio que busca identificar posibilidades y oportunidades de una situación crítica derivada del constante incumplimiento de dicho contratista.
“Nos reunimos con los directivos docentes, en un ejercicio que los dividió por grupos, para conocer y documentar los avances en jornada única, así como las barreras originadas por la compleja situación relacionada con el PAE, y la manera estratégica en la que tanto directivos docentes como maestros, pudieron de alguna manera solventar la emergencia”, reveló la jefe de la cartera, Liliana María Sánchez Villada.
A manera de contexto, es necesario definir la jornada única, como una estrategia que busca garantizar la permanencia de los niños, niñas y adolescentes inscritos al sistema educativo en sus establecimientos académicos durante una buena parte del día; la propuesta es ocupar parte de su tiempo libre en actividades complementarias –como las artes, el bilingüismo, la tecnología o el deporte- y así alejarlos de potenciales riesgos asociados con la droga y la delincuencia. Pero, para lograr que el estudiante se quede en su colegio luego de mediodía, el complemento alimenticio que representa el PAE es fundamental, toda vez que cubre su almuerzo.
Voz Liliana María Sánchez, secretaria de Educación, sobre planeación de la jornada única para 2023