A mitad de camino entre el océano Pacífico y los bosques andinos de la cordillera Central nació un paso fanegoso, uno que marcó su trayecto a fuerza de ser transitado por hombres legendarios y que, acompañados de sus mulas, aprendieron a medir las distancias con el consumo de sus cigarros y a orientarse mirando el cielo a través de la montaña. En medio de la niebla, este surco empezó a aflorar, haciéndose colonia de personas que llegaban de otras latitudes, y que traían consigo los ingredientes de una nueva vida.
En los albores de una nación que buscaba definirse aún, en una época en la que respondía al nombre de La Nueva Granada, los pequeños asentamientos levantados en tierras de quimbayas y pijaos pertenecieron a la provincia del Cauca, al cantón de Cartago. Cuentan los historiadores que una nueva división territorial los anexarían a Caldas, con el que compartían algunas características. Pero en su corazón latía fuerte el ánimo de independencia y allí se forjó una cultura propia, que como se cantaría décadas después, exaltaría la identidad de una tierra de pioneros y de arrieros y de sol.
Fue bien entrada la modernidad, a mediados de los años 60, cuando el sueño prosperó, y de la mano de próceres liderados por Ancízar López López, se logró la mayoría de edad. Los asentamientos habían crecido, cobjiados por el aroma del café, las ciudades levantadas en guadua y la exuberancia de una naturaleza dadivosa y abundante. De eso van 56 años que marcan una saga de hazañas, de leyendas, de aprendizajes, de momentos difíciles y de momentos de recuperar el aliento y seguir el camino.
Fue este nuevo aniversario de la vida administrativa del departamento la ocasión para que el gobernador Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas compartiera con propios y visitantes un mensaje de celebración por un proyecto que, a 5 décadas y media de haber iniciado, ve desde su juventud el futuro con esperanza, metas ambiciosas, y el compromiso de sus gentes por exaltar su rol como Corazón de Colombia, un proyecto dispuesto a encarar su porvenir con una nueva cara.