Un trayecto de éxitos y dificultades, ha caracterizado los dos años y medio del Programa de Alimentación Escolar, PAE, en el Quindío a lo largo de esta administración departamental, circunstancias que se originan por algunos aspectos ajenos a la labor de la Gobernación y en las que los sucesivos operadores que han contratado con el departamento han obtenido resultados dispares por diversos factores.
El primer operador, en los inicios del actual periodo en 2020, fue la Unión Temporal ‘Quindío Solidario’, un consorcio que se quedó con la operación a través de la Bolsa Mercantil de Colombia, y que gracias a su efectividad con la entrega de 30.730 raciones, fue reconocido como uno de los mejores PAE del país. Este operador tuvo que adaptarse a las condiciones de la pandemia, que al obligar a los ciudadanos a confinarse, llevó a que las raciones en modalidades de industrializado y de preparado en sitio, tuvo que cambiar para preparado en casa.
A principios de 2021, el programa fue retomado por la U.T. ‘Visión Social’, que atendió a la población estudiantil con raciones para preparar en casa en época de alternancia; su selección fue por medio de Bolsa. Durante la segunda mitad de esta vigencia, fue elegida por licitación pública la U.T. ‘Quindío Somos Más’, que para enfrentar de manera efectiva las consecuencias del no uso de las cocinas –arreglo de humedades, reparaciones, adecuaciones, fumigaciones-, se decantó por la entrega de raciones industrializadas en dos fases: la primera hasta finalizar el año y la segunda hasta el 11 de marzo, logrando un desempeño satisfactorio.
Para inicios de 2022, la licitación fue adjudicada al mismo operador, pero con su razón social modificada: ‘Quindío Somos Más por el Quindío’. Para esta época, se hizo necesario reestablecer tanto los desayunos y almuerzos preparados en sitio –con buenos resultados-, como la ración industrializada, que empezó a presentar dificultades en maduración de frutas y verduras, gramajes inexactos a los dispuestos en la minuta o lácteos deteriorados. Los constantes incumplimientos llevaron a que el pasado 23 de junio la Gobernación decidiera aplicar una multa por el 1% del valor del contrato –cerca de 92 millones de pesos-. Días después, el operador señaló que no tenía la capacidad para seguir haciéndose cargo.
Luego de examinar las condiciones de un par de consorcios que estaban prestos a asumir la responsabilidad, se comprobó que la U.T. ‘Sinergia 2022’ cumplía con los requisitos, y se firmó con esta el contrato para la prestación desde el 15 julio. Con esto, el nuevo operador contrató el personal, consiguió la bodega, los manipuladores e incluso comenzó a hacerse cargo de la cartera; para el 25 del mismo mes había iniciado ración industrializada y el 1 de agosto sumó el preparado en sitio. Este contrato iba hasta el 7 de agosto, y la idea era firmar una prórroga, pero debido a los ataques y las campañas de desprestigio emprendidas en redes sociales, la U.T. declinó a renovar la firma.
El 18 de agosto, la Gobernación declaró urgencia manifiesta, como una medida tomada con el acompañamiento de las entidades de control, para agilizar la selección del nuevo operador. De 6 invitaciones extendidas a los operadores de la región (Armenia, Pereira, Dosquebradas, Caldas y Risaralda), tan solo llegó una carta de intención, que entró a análisis del equipo calificador sin lograr el cumplimiento de requisitos. Por el momento, se examinan de parte de la Gobernación alternativas viables para resolver un tema en el que ha existido la disposición, la voluntad política, el ánimo de concertación, una supervisión constante y el presupuesto.