La Secretaría de Salud encabezó la reunión en la que participaron médicos rurales para la atención primaria de pacientes con accidente cerebrovascular agudo, ACV, en el departamento, para ayudar a reconocer los síntomas en escenarios externos de las instituciones de atención especializada, e iniciar la atención básica adecuada para trasladarlos a tiempo, procurando salvar la vida y evitando, en lo posible, secuelas neurológicas en la persona.
Ángel Basilio Corredor, médico especialista en neurología clínica y miembro de la Asociación Colombiana de Neurología y de la Alianza Colombiana contra el ACV, quien orientó la capacitación, manifestó que este padecimiento es la segunda causa de muerte en el mundo y quienes logran sobrevivir permanecen con secuelas neurológicas irreversibles, como perder la movilidad en brazos o piernas, por lo que precisó algunas recomendaciones: “Es importante que la población entienda que así como el corazón también se infarta el cerebro. El ACV es lo que comúnmente se conoce como el derrame, trombosis cerebral o isquemia. Si se reconoce alguno de los síntomas, como perder la fuerza, el habla, movilidad de la cara de un lado o no poder caminar, de forma súbita, se recomienda consultar inmediatamente al servicio de urgencias”.
Entendiendo que no todos los hospitales cuentan con tomógrafos y neurólogos y que las únicas instituciones capacitadas para brindar atención de ACV en el departamento son el Hospital San Juan de Dios y la Clínica Central, el ente territorial busca fortalecer la Red departamental contra el ACV, conformada por un grupo de médicos, neurólogos, el personal de enfermería, médicos de servicios de urgencias de los doce municipios del departamento, conductores y personal de ambulancias, para ofrecer atención primaria a los pacientes mientras son remitidos a las instituciones, con el propósito de acortar tiempo y romper barreras para que sea atendido oportunamente.