Pese a que el ministro de Agricultura, Rodolfo Zea Navarro, confirmó que se destinarán cerca de 7.000 millones de pesos para darle operación la Ley de Insumos Agropecuarios –con lo que se busca reducir el impacto del alza de las materias primas-, desde el Quindío se trabaja de manera paralela en otra solución a la misma problemática: la adopción de la agroecología como componente esencial de todos los proyectos que se adelantan desde la secretaría de Agricultura o que pronto inician su ejecución.
Definida como el conjunto de prácticas sostenibles orientados a la optimización y estabilización de los recursos, la agroecología ayudaría en algún momento a amortiguar los costos de producción. El jefe de la cartera departamental, Julio César Cortés Pulido, señaló varios casos exitosos en la implementación del modelo en el Quindío: “Hay experiencias importantes en el tema de biofábricas, como en la fundación Las Delicias, que no emplean ningún producto químico en sus cultivos. Consideramos que debemos multiplicar este proceso en todo el departamento y la idea es ser un puente entre los que conocen estas alternativas y los que no, para ir mejorando el tema de los biopreparados entre los productores de la región”.
En cuanto al sector pecuario, el titular de la dependencia recordó que hay plantas de concentrados en municipios como Génova, Pijao o Filandia: “Si sembramos maíz en la finca, estaríamos ya supliendo el 60% de los ingredientes de un bulto de concentrado. De manera similar, conocemos casos de agricultores que están produciendo su propio concentrado y queremos conocer sus experiencias, mejorarlas y potencializarlas. Creo personalmente que esta es la reingeniería que los quindianos y los colombianos debemos hacer para no tener que volver a sufrir por el alza de insumos por cuestiones ajenas a nosotros, como la guerra entre Rusia y Ucrania, o la crisis de los contenedores”, concluyó.