Buena calificación obtuvo por el trabajo articulado con la población objeto y con las administraciones de los 12 municipios, la labor de la Gobernación con la población víctima del conflicto armado residente en el Quindío, que alcanza una cifra de 46.352 individuos provenientes de otros departamentos. La evaluación entregada al gobernador Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas, fue realizada por el delegado en el Eje Cafetero de la Unidad Nacional de Víctimas, Alirio de Jesús Zapata Rodríguez, en el marco del último Comité de Justicia Transicional del año.
La directora de Protección de los Derechos y Atención a la Población –adscrita a la secretaría del Interior-, Juanita Gómez Zamorano, explicó el trabajo realizado por la instancia a lo largo de la vigencia. “Durante 2020 la administración departamental ha llevado a cabo un trabajo articulado con las víctimas residentes en el departamento, labor por la cual ellos se sienten muy a gusto. Hemos encaminado acciones para el fortalecimiento y para conseguir una verdadera reparación para esta población, que alcanza cerca del 5% de la población del departamento, de acuerdo con las últimas estadísticas del Registro Nacional de Información – RNI”, indicó.
Y es que, aunque el Quindío ha sido de las regiones menos golpeadas por el conflicto armado, se ha convertido en una región receptora de familias desplazadas por la violencia. Partiendo de esta realidad, es que se han encaminado todos los esfuerzos para que en 2021 se pueda cumplir la totalidad del Plan de Acción Departamental propuesto, toda vez que en el año que acaba, factores como el aislamiento social impidieron la ejecución del 100% de dicho documento.