Como un año de oportunidades, ve el 2020 el director ejecutivo de Quindío Zona Franca, Andrés Mauricio Vásquez Posada. A la llegada del grupo Uma a sus instalaciones con una planta de ensamble de la marca de motocicletas Bajaj, se le suman las posibilidades que se avizoran con circunstancias como la apertura del Túnel de La Línea, el renovado interés por el puerto de Buenaventura (ante la caída del proyecto de uno nuevo en Tribugá) y la futura adecuación del aeropuerto El Edén como terminal de carga.
“Tenemos que pensar como un ‘Quindío Franco’, de cara a las facilidades logísticas que se están abriendo. En este sentido, estamos en proceso de ampliar nuestro proceso como zona franca, así como estamos dispuestos a apoyar iniciativas (particulares o estatales) referentes a otros parques industriales y escenarios bajo este tipo de regímenes -y de las cuales tenemos conocimiento que se adelantan en el territorio- con conocimiento sobre el proceso de logística o el comercio exterior-”, expresó.
El momento parece propicio para proyectar el negocio. Pese a que el 45% de sus operaciones se detuvo en la pandemia, la actividad muestra signos de recuperación, y tras la llegada de Uma (líder en su sector en el mercado nacional y segundo en el mundo), se espera la llegada casi simultánea de siete empresas, lo que lleva al ejecutivo a proyectar cifras positivas para final de esta vigencia, lo que completaría cinco años seguidos con números en alza. “Terminamos 2019 con un crecimiento del 612%, generando empleo para entre 300 y 400 funcionarios, un aumento en sus operaciones de más del 64% y un valor de 224 millones de dólares en las mismas, e impuestos pagados al fisco de más de 59 mil millones de pesos”, concluyó.