"Desde el gobierno que oriento, deseamos que las lágrimas que hoy se derraman por nuestras víctimas de desaparición forzada, no sean lágrimas de dolor, queremos que sean lágrimas de reconocimiento a lo que fueron sus vidas y de esperanza por lo que debe ser el trabajo articulado de una sociedad que tiene la obligación de esclarecer estos hechos, reparar a los afectados y sobre todo, evitar que el horizonte de nuestro futuro se siga viendo enlutado por acciones que atenten contra la dignidad humana".