Mientras trabajamos recorriendo el departamento, disfrutamos de momentos y de vivencias que de vez en cuando inmortalizamos en selfies, y aunque reconozco que no soy muy dado a este tipo de fotos, gracias a mi hijo Pablo, he aprendido de a poco a tomarlas, porque vale la pena conservar esos instantes maravillosos que nos regala la vida y retratar esos rincones majestuosos que tiene nuestro