Con el anuncio de parte del gobierno nacional de que uno de los sectores que regresaría a sus labores luego del 27 de abril sería el de la construcción, desde la Secretaría de Infraestructura del departamento se avanza en la construcción del protocolo preventivo de bioseguridad exigido por el ente central. De esta manera, explicó el jefe de la cartera Gilberto Gutiérrez Caro, se adelanta la recopilación de la normatividad nacional existente para adecuar al modelo que se implementaría desde la administración seccional, para proseguir con las obras que quedaron pendientes.
“Estas normas de bioseguridad están supeditadas a la reglamentación nacional y además deben ser aprobadas por la Aseguradora de Riesgos Laborales de cada obra y la alcaldía donde se ejecuten los trabajos, a través de su secretaría de Gobierno. Así también, se requiere de la aprobación de la interventoría y al interior de la gobernación, por la secretaría de Salud. Lo que hacemos entonces es construir un esquema que cumpla con todas las consideraciones de estos actores, para que cuando se dé vía libre al reinicio de la actividad, no presentemos demora”, afirmó.
Con la reactivación de los trabajos, se espera culminar varias de las iniciativas que en materia de infraestructura han sido prioridad para el gobierno de Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas, como lo son los frentes viales en Pijao (km 9.8 en la vía a Rioverde y Alto de Carniceros), así como el sector de Tarapacá, entre Rioverde y Barragán. “Afortunadamente en estos puntos ya se habían realizado las adecuaciones con respecto a escorrentías, cunetas y desagües, y eso permitió que las más recientes lluvias no afectaran el avance de las obras. Tampoco ha habido reportes de deslizamientos, por lo que no esperamos que se presente ningún contratiempo para proseguir con las intervenciones”, concluyó.