Una gran jornada de oración con toda la familia quindiana se llevó a cabo el pasado fin de semana por invitación del gobernador Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas, quien contó para el acto de ruego a Dios, con la presencia del Obispo de la Diócesis de Armenia, monseñor Carlos Arturo Quintero Gómez y en representación de las iglesias cristianas el pastor Jairo Niño.
Esta iniciativa explicó el mandatario, se da a partir del agradecimiento personal que él eleva a los cielos para haber superado tres años atrás una dura prueba producto de un accidente que lo tuvo al borde la muerte y que, gracias a la oración y a la voluntad divina, pudo superar. Reconoció al obispo y al pastor que le acompañaron y puso como ejemplo esta conjunción de voluntades, como la muestra de unidad, tolerancia y norte que debemos tener todos los quindianos a la hora de buscar lo mejor por el departamento.
A su turno el Obispo de Armenia, en su rogativa expresó que el mensaje entregado en la ocasión, es un mensaje de esperanza producto del sentir cristiano que él siempre ha expresado. Así mismo esbozó las virtudes de la familia cristiana y los peligros que la acechan sino sabemos defender sus principios. Invitó a que forjemos un departamento próspero y que, para ello, todos debemos hacer nuestro aporte en la propuesta de alcanzar ese objetivo. Finalmente hizo una reflexión crítica sobre el comportamiento social que se vivió en Colombia cuando el pasado viernes, muchas personas salieron a las calles con un sentido comercial que atentó dijo el prelado, contra el autocuidado que en las actuales circunstancias debemos tener.
Por su parte el pastor cristiano, reflexionó en torno a la corrupción ante el nombre de Dios y sobre el reconocimiento que le debemos a su figura celestial, por lo que pidió a los quindianos que reconozcámos su creación terrenal y dentro de ella, nuestro departamento; por tal motivo elevó su oración en pro de esta tierra e invitó a la feligresía, a que nos identifiquemos como pecadores y que como tal, aceptemos las faltas cometidas desde esta tierra de Dios, llamando al arrepentimiento sincero que nos permita renovarnos y dar paso a nuevas y mejores oportunidades, las cuales permitirán a la región dar el paso espiritual que la conduzca a un sitial en donde sea merecedora el amor del creador.