Frente al regreso de la normalidad en casi todos los aspectos –y que quedó consignado en el decreto 1168 de 2020-, el gobernador Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas se sumó a la solicitud de algunos alcaldes del departamento al ministerio del Interior, para que se mantengan algunas restricciones como el toque de queda de las 10 p.m. a las 5 a.m. o la prohibición de fiestas y el expendio de licor para el consumo en establecimientos comerciales. El mandatario calificó como necesarias, estas medidas en aras de prevenir el contagio de coronavirus durante el periodo de reapertura económica que inició este martes 1 de agosto.
En este sentido, formuló un llamado al sentido común de la ciudadanía: “Al ser un decreto nacional, nos impide intervenir en la aplicación de este tipo de medidas y la autonomía queda en poder de cada alcalde. Hemos tratado, en este sentido, de unificar los criterios en todo el departamento y estamos acudiendo a la sensatez de cada ciudadano para que no salgamos quienes no debamos salir. Ya tenemos el permiso para hacerlo y la invitación es a no hacer uso de esa libertad de manera desordenada. Que la economía –que se encuentra bien golpeada- se recupere de manera juiciosa y responsable por parte de cada uno de los habitantes”, expresó.
El Gobernador reiteró que la mejor contención ante el avance del coronavirus reside en los patrones de comportamiento de cada uno, y es allí donde se puede marcar el punto de inflexión entre una recuperación rápida y efectiva de la región o el súbito aumento en los casos de contagiados, con el consecuente colapso del sistema de salud del departamento.