Tres líneas de atención -orientadas a animales domésticos, silvestres y asociados a cadenas productivas-, componen la política pública de Bienestar Animal, que construye la Gobernación en una iniciativa coordinada por la Secretaría de Agricultura y que cuenta con el concurso de instancias del interior de la administración departamental y de otras entidades como la Corporación Autónoma Regional del Quindío, CRQ; la Defensoría del Pueblo, el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, o las universidades.
El proyecto, que pretende pasar a debate de la Asamblea el próximo año, da respuesta a uno de los objetivos del plan de desarrollo de la actual administración, en el que se reconoce la vulnerabilidad de estos seres y su rol en la sociedad.
El secretario de Agricultura, Julio César Cortés Pulido, destacó que “es una idea que nació de los ambientalistas, pero en la que se tomarán en cuenta las posturas de las ONG y fundaciones, gremios y autoridades, por lo que se espera que en enero se cuente con un borrador que congregue estas iniciativas para empezar a socializarlo, y que pase a sesiones de la Asamblea entre mayo y abril, con el fin de que sea debatido de cara a convertirse en ordenanza”.
Entre tanto, el director de Desarrollo Rural Sostenible, adscrito a la misma cartera, Miguel Ángel Mejía Díaz, reveló que de cara al levantamiento de una línea base se están tomando como insumos los avances logrados por ejemplo, con la Secretaría de Salud en aspectos relacionados con los animales domésticos, los cosos municipales, la vacunación o el censo de animales en estado de abandono. “Tenemos un punto de partida importante y se ha planteado una agenda de trabajo interinstitucional, como es el caso del ICA, con el que se trabajará en Buenas Prácticas Ambientales; o con la mesa mensual con el sector apícola, escenario en el que se busca reglamentar la protección de las abejas y demás polinizadores como animales silvestres”, consideró.
La política, que se espera esté lista para 2021, busca disponer de las competencias de cada actor para fortalecer las líneas de atención de los animales de calle, la prevención de la cacería, el tráfico y el atropellamiento de fauna silvestre, o las pautas para el bienestar de los animales que hacen parte de las industrias cárnicas asentadas en el departamento.