El periplo vital de nuestro querido y admirado amigo OSCAR ZULUAGA LOAIZA, es la mejor muestra que esta tierra de arrieros, de pioneros y de sol, es fecunda en esa estirpe de valientes que poblaron las montañas, dieron vida a nuestros pueblos e inspiraron al poeta para eternizar su figura en nuestro entrañable himno del Quindío.
Por esa razón, su partida nos conmueve como pocas otras y ha generado expresiones de solidaridad y dolor a las que hoy nos unimos en lo personal y en nombre del Gobierno Departamental, al cual prestó sus servicios y donde imprimió su liderazgo, visibilizando acciones que desde la cultura, el deporte y lo comunitario, siempre fueron su razón de ser.
A usted doña JANETH, a sus hijas BEATRIZ ELENA, PAOLA ANDREA, ERIKA MARÍA Y TATIANA, a sus nietas MARÍA FERNANDA, VALENTINA Y GABRIELA, al igual que a todos los demás integrantes de un núcleo familiar que tuvo la fortuna de contar con él en su seno, nuestro acompañamiento de corazón y el aliento reconfortante que produce saber que el llamado hecho hoy a uno de los suyos, es la voluntad del altísimo y que su alma será acogida en la morada eterna.
A sus amigos y allegados, al igual que a toda la comunidad del departamento, la invitación para que al unísono le agradezcamos al amigo y al líder que fue en vida, el habernos acompañado con su sapiencia, tenacidad y don de gentes durante tanto tiempo y en tantas aventuras que dejaron cada una de ellas grandes aprendizajes de lo que debe ser la vida en comunidad e interpretando la máxima de que se debe “vivir para servir”.
Amigo Oscar: honramos tu memoria exaltando lo que fue tu existencia y todo lo bueno que nos dejó; por ello, nuestras oraciones tendrán tu nombre y figura como centro del ruego que elevaremos al Dios de los cielos.