Ante la posibilidad de que ingrese al Quindío la variante Gamma de COVID-19 –que ya ha sido identificada en el Valle del Cauca- y que siga expandiéndose el contagio; desde la secretaría departamental de Salud, se fortalecen tres frentes: el refuerzo entre la comunidad de las pautas de bioseguridad (distanciamiento social, uso de tapabocas, lavado permanente de manos), la vacunación a la población y un constante trabajo de verificación en los municipios, a través de rastreos que pretenden identificar de manera eficiente el riesgo.
Ana Cecilia López Vidal, epidemióloga adscrita a la cartera, explicó que la llegada de nuevas variedades trae consigo el aumento en la posibilidad de casos graves o decesos asociados con el virus. “Mantenemos el proceso de búsqueda y captación de casos para prevenir estados avanzados o letales de la enfermedad; lo importante es garantizar que la población de riesgo ya esté vacunada. Mientras tanto, el llamado a la comunidad es a que acceda al biológico, de acuerdo con las fases establecidas por el Plan Nacional de Vacunación”, señaló.
Entre dicha población con altos índices de riesgo se encuentra el grupo de docentes con edades superiores a los 60 años, en el que se han presentado fallecimientos entre personas que ya tenían comorbilidades. “Se han registrado 506 docentes como positivos (de los cuales 248 se han reportado en la presente vigencia). Así mismo, en la población escolar entre los 2 y los 18 años, se totalizan 978 alumnos infectados. A lo largo del último año, se vio un incremento en los casos en enero, como reflejo de las reuniones de fin de año; así como en junio de 2021 –aunque prevemos una disminución efectiva en positivos de más del 50%, al término del presente mes de julio-”.
No obstante, añadió que, de acuerdo con la investigación epidemiológica de campo, en el entorno educativo no se han presentado aglomeraciones en las instituciones educativas que obliguen cierres efectivos de estos establecimientos.