Luego de alcanzar en el pasado 60 mil hectáreas de café sembrado en el Quindío, el área cultivada en el departamento se ha reducido por debajo de 21 mil. El desgaste de la caficultura tiene varias causas como el poco relevo generacional o las enfermedades. Sin embargo, el bajo retorno de la inversión por parte de los mercados internacionales ha llevado a que la producción de café verde deje de ser rentable para los campesinos.
Por este motivo desde la gobernación en cabeza de Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas se apoya el proyecto “Desarrollo experimental para la competitividad del sector cafetero del departamento del Quindío”, que es impulsado en conjunto por el Comité Departamental de Cafeteros y la Federación Nacional. De acuerdo con el Secretario de Agricultura, Julio César Cortés Pulido, “Nos enfocaremos en el negocio del café especial y diferenciado, porque los canales tradicionales no cuentan con la rentabilidad necesaria. Vamos a fortalecer este segmento con este programa financiado con dineros de regalías con un valor de casi 10 mil millones de pesos”.
La idea es orientar los esfuerzos a asegurar un mercado que ya ha sido conquistado por la calidad del café especial quindiano y que la valora, al punto de que está dispuesto a pagar más por el grano. Para tal fin, el proyecto permitirá crear perfilaciones de taza de la cosecha departamental, que serán posteriormente puestas a disposición de compradores a nivel internacional.