Dos grandes cambios se proyectan en el interior de la Promotora de Vivienda del Quindío, de acuerdo con lo acordado en su más reciente Junta Directiva. Según el gerente de la entidad, Pablo César Herrera Correa, las modificaciones buscan acercarla a la comunidad con una imagen de transparencia y eficacia que permita recuperar la reputación de un organismo creado para impulsar el desarrollo de la región.
La primera medida se enfoca en la modificación de la estructura de ingresos operacionales de la empresa, con el fin de que cuente con un mayor músculo financiero. Esto le permitirá respaldar sumas más grandes de recursos bajo la figura de cofinanciación, con lo que se canalizarían inversiones de mayor envergadura para proyectos a ejecutar en el departamento.
La segunda es la modificación de la marca, orientada a recuperar la confianza. A través de un “lifting”, la Promotora ampliaría el objeto social referido en su razón social, al no limitarla al tema de vivienda y ajustándola al amplio campo de acción definido en su objeto misional –el cual incluye obras de infraestructura y de equipamiento colectivo y comunitario-. Estas medidas complementarían el propósito de extender su presencia por fuera de las fronteras del departamento, una intención que ya se había hecho manifiesta por el gobernador Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas