El gobernador del Quindío destacó la importancia de formar a estos hombres y mujeres en los saberes del campo, conocimientos que fortalecen la construcción de la Paz.
El gobernador del Quindío, Padre Carlos Eduardo Osorio Buriticá, acompañó al vicepresidente de la República, General Oscar Naranjo, y a Fundapanaca, en la entrega de títulos que acreditaron a 315 hombres y mujeres desmovilizados de las FARC que se acogieron a los lineamientos del Acuerdo de Paz e iniciaron procesos de formación agropecuaria como ‘Técnicos Prácticos Agropecuarios’, conocimiento que no sólo les permitirá reincorporarse a la sociedad civil y tener nuevas herramientas para su desempeño laboral, sino que les brindará la oportunidad de aportar a la mejoría de la productividad del campo colombiano.
El mandatario de los quindianos destacó la importancia que tiene la creación de estos espacios para sostener la Paz a través de la capacitación y formación agropecuaria, y señaló: “Me parece una experiencia maravillosa, una gran vivencia para las personas reinsertadas, no sólo por las posibilidades que les abre sino por el encuentro con los demás a través del conocimiento. Esto que están viviendo lo quiero para todos los campesinos y ciudadanos, que se aprenda a vivir en armonía con el campo, con los animales y con los otros”.
El vicepresidente afirmó que este programa es un ejercicio de construcción de paz en Colombia, una paz que se cimienta con iniciativas como esta, con la que más de 300 personas se han capacitado para convertirse en habitantes del campo competitivos, preparados para transformar el territorio.
“Estamos asistiendo a un proceso que abre vías a la reconciliación, que descubre una población que debe ser acogida por nosotros para que regrese a ese territorio a construir tejido social. Este es un proyecto que tiene la pretensión de incluir a las comunidades, no está dirigido exclusivamente para los ex combatientes, en él se debe incluir a los líderes comunitarios, a los campesinos y a ex miembros de la fuerza pública que hoy están de regreso a su campo y que tienen que prepararse para la trasformación del país”, agregó.
Los hombres y mujeres que recibieron este título manifestaron la inmensa alegría que les produce hacer parte de un programa de formación como este, que los reconcilia con su tierra, con ellos mismos y aún más importante, con las personas de Colombia que creen en la paz y que quieren ser partícipes de este proceso.