3786 botellas de licor de diferentes tipos, entre productos de contrabando, falsificados y adulterados, fueron destruidas de forma controlada por personal de la Dirección Tributaria de la Secretaría de Hacienda. La mercancía, que había ingresado al Quindío de forma ilegal, proveniente de varias regiones del país, fue descubierta e incautada por personal del Grupo Anticontrabando de la Gobernación, con el apoyo de la Policía Nacional y de la especialidad Fiscal y Aduanera y de la DIAN.
Estas acciones, que se ejecutan en compañía de funcionarios del área de Control Interno de la administración central y de la Contraloría, contaron con el apoyo de EPA, empresa que puso personal a disposición del operativo y facilitó un contenedor para la disposición final del material de vidrio, producto de las botellas destruidas. Este procedimiento se realizó en cumplimiento al Artículo 94 de la Ordenanza 0024 de 2005, que determina el destino de los productos aprehendidos, decomisados o en situación de abandono. La Norma establece la destrucción de los productos gravados con el Impuesto al Consumo o sujetos al monopolio rentístico.
“Dentro de esta destrucción encontramos cerveza, vodka, vino, whisky, ron y aguardiente nacional y varios licores más producto de los procesos correspondientes al contrabando. Lo que buscamos es que los quindianos estén tranquilos y conozcan cómo finaliza un procedimiento sancionatorio relacionado con la violación de las normas sobre la evasión del pago del Impuesto al Consumo. La Ordenanza 0024 de 2015 dice que dentro de los dos meses siguientes al de comiso o aprehensión de los productos estos deben ser destruidos”, expresó Natalia Andrea Rodríguez Londoño, directora Tributaria del departamento.
El gobernador del Quindío, Padre Carlos Eduardo Osorio Buriticá, en su objetivo de trabajar ‘En defensa del Bien Común’, combate el contrabando en todas sus modalidades, especialmente el de licores y cigarrillos, que es de donde provienen ingresos para el sistema de salud de los departamentos. Desde su gobierno se realizan tareas permanentes tanto preventivas como operativas en el comercio de los 12 municipios, para evita la afectación a las rentas departamentales y el riesgo a la salud de los quindianos, ya que al consumir licores de destiladeros clandestinos o sin el cumplimiento de las normas básicas de salubridad, ponen en riesgo sus vidas.