Con la construcción de nuevas celdas y el desarrollo de talleres productivos, en 2017 habrá más garantías para las personas privadas de la libertad.
La ampliación de cupos por medio de un convenio con el Inpec por más de $148 millones, distribuidos así: $50 millones en adecuaciones menores en los tres centros penitenciarios del departamento y $98 millones en la construcción de 16 nuevas celdas en la cárcel Peñas Blancas de Calarcá, que representarán 64 nuevos cupos en el penal, son algunas de las novedades más importantes con las que contará la población carcelaria del departamento en esta vigencia.
Debido al enfoque social que caracteriza la administración del Padre Carlos Eduardo Osorio Buriticá, este sector es priorizado a través de las acciones de las Secretarias del Interior e Infraestructura, y con estas obras, que avanzan en la actualidad al 25%, y que serán entregadas en un plazo de tres meses, se pretende mejorar las condiciones de las personas privadas de la libertad en el Quindío.
Este año también se intensificará la resocialización de los internos e internas, con el objetivo de darle a esta población oportunidades de formación que les permita proyectarse laboralmente al término de su condena. Esto sería la continuidad de los proyectos productivos como peluquería, mecánica, entre otros que se dictan en las aulas de formación de los centros penitenciarios, en los que el gobierno departamental invirtió $40 millones en 2016, todo enmarcado en el Plan de Desarrollo Departamental ‘En Defensa del Bien Común’.
“Invertimos más de $200 millones en este programa. Más allá de las adecuaciones físicas y la dignidad de los internos de los centros carcelarios, es el proceso de formación, educación y de forjar un arte en ellos, es lo que el señor gobernador busca fortalecer para que una vez estén con su familia, en la ciudad y en la vida diaria, tengan opciones laborales”, dijo el secretario del Interior, Héctor Alberto Marín Ríos.