Luego de sopesar las evidencias de ataques al ganado de alta montaña en Génova, presuntamente por grandes mamíferos como osos de anteojos o pumas, las autoridades municipales y departamentales, y los representantes de la autoridad ambiental dieron un parte de tranquilidad a la población mientras se realizan visitas de campo que permitan generar un concepto unificado entre los actores de la institucionalidad al respecto del tema.
Así lo confirmó el director de Desarrollo Rural Sostenible de la secretaría de Agricultura, Luis Alberto Gómez Rojas, quien en representación del Gobierno del Quindío, coordina el equipo que trabajará con las demás entidades para evaluar la situación. En el encuentro se constataron las evidencias de dos ataques; una tasa que se encuentra dentro de la normalidad si se tiene en cuenta que los predios en los que se presentó la situación hacen parte del hábitat natural de estas especies.
El funcionario, adscrito a la secretaría de Agricultura del Gobierno del Quindío, recalcó la necesidad de proteger la biodiversidad propia del territorio, en especial especies en peligro de extinción como el oso de anteojos o el puma, para lo cual se aplicaría de la mano con las comunidades, un plan de manejo que permita la convivencia pacífica entre especies, en un hábitat que como es ampliamente conocido, ha sido intervenido por el avance de la frontera agrícola y pecuaria en una zona de conservación como lo es la Cordillera.