En los encuentros campesinos en cada uno de los municipios del Quindío, organizados por el gobernador Juan Miguel Galvis Bedoya, se ha resaltado un aspecto de estos festejos: la práctica de juegos y espacios de ocio, que reflejan la fuerza y tenacidad de las mujeres y hombres del campo, celebrando así la cultura y tradiciones locales.
Entre las competencias tradicionales se encuentran el tejo, el rajaleña, el desgranado de maíz y, por supuesto, el baile. Estas actividades no solo han sido disfrutadas por los participantes, sino que también han permitido la premiación a quienes se destacan por sus resultados y que con orgullo muestran sus habilidades como una forma de mantener vivas las tradiciones y de rendir homenaje a las labores cotidianas de la ruralidad.
Este fue el caso de José Silmer Ardila, campesino del municipio de La Tebaida, que habló sobre su habilidad en el rajaleña: "Pues uno hace el deber en lo que puede. Toda la vida he sido luchador de la vida y trabajo en el campo desde siempre; lo que haga es que tenga gusto y razón. El secreto en el rajaleña es la fuerza", confesó. Como él, los participantes en estos encuentros han encontrado en sus labores cotidianas, los conocimientos y destrezas para el ocio y el compartir con sus vecinos.
Voz de José Silmer Ardila, campesino del municipio de La Tebaida