Con el hallazgo de 12 botellas de aguardiente que presentaban inconsistencias en su presentación y su mecanismo de señalización, el Grupo Operativo Anticontrabando del departamento evitó un hecho de defraudación a las rentas del ente territorial, pero también un riesgo para quienes consumieran el producto.
El hecho se presentó el fin de semana en el municipio de Quimbaya, en medio de las actividades de control, inspección y vigilancia propias del equipo (adscrito a la Secretaría de Hacienda del Gobierno del Quindío, en conjunto con la Federación Nacional de Departamentos – FND). Fue allí donde se aprehendieron los productos, en los que se evidenció que tanto la estampilla como el capuchón de las botellas contaban con características diferentes, tanto de la marca del licor, como del mecanismo de señalización del departamento.
María Camila Rodríguez Rendón, directora administrativa Tributaria del Quindío, reveló que también se descubrió que todas las unidades contaban con el mismo código, el cual, al ser ingresado a la plataforma SyCTrace, refería un volumen diferente (375 ml) del envase físico (750 ml). “Inmediatamente contactamos a nuestro proveedor tecnológico, hicimos la denuncia y procedimos a la aprehensión del producto. Estamos a la espera de llevar a análisis de laboratorio con la correspondiente licorera, para que se pueda verificar la legalidad y que no se trate de un licor adulterado”.
De allí la importancia, reiteró, de que los consumidores verifiquen a través de la app de la plataforma, si el código los direcciona al producto que tengan en la mano. Recomendó, además, la destrucción de los envases una vez se consuma, para evitar que personas malintencionadas las reutilicen de manera fraudulenta, generando un peligro para la salud humana y un fraude que atenta contra el monopolio rentístico con el que el departamento financia programas de salud, educación y deporte entre las comunidades.
Voz de María Camila Rodríguez, directora Tributaria del Quindío