4 años es poco tiempo para lo que hay que hacer, en un departamento que, pese a lo reducido en su extensión geográfica, enfrenta grandes retos por el olvido institucional de algunas administraciones pasadas, así como por factores que se escapan del ámbito humano. En estos cuatro años de gobierno que acaban el próximo 31 de diciembre, el gobernador Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas tuvo que enfrentar retos como una crisis nunca antes enfrentada en el mundo: una pandemia; atravesó por un momento de incertidumbre social y económica con el estallido social; y tuvo que resolver las dificultades de una prolongada e intensa ola invernal que retrasaron los proyectos en infraestructura.
Y sin embargo, el pasado viernes 15 de diciembre, pudo presentar con orgullo ante la comunidad quindiana, el balance de su gestión desde el primer cargo administrativo del departamento, con una frase que lo resumió todo: Le cumplimos al Quindío. Haciendo un recorrido por las 4 líneas estratégicas que componen su plan de desarrollo ‘Tú y Yo somos Quindío 2020-2023’, el mandatario entregó cuentas tanto de su desempeño en la actual vigencia, como en la totalidad de su periodo.
4 años que, sin embargo, le alcanzaron para gestionar una cifra nunca antes vista en la historia, destinada para la inversión en las diferentes necesidades de la región; que elevó las cifras de desempeño institucional y económico del Quindío a los primeros puestos del país; que le dio una visibilidad y una representatividad inédita hasta el momento y que culminó con la presidencia de la Federación Nacional de Departamentos en sus manos. Con lágrimas en los ojos y agradeciendo, como siempre, al Creador, por la oportunidad y por su acompañamiento constante, el gobernador Jaramillo Cárdenas se despidió, 15 días antes de culminar su mandato, con un mensaje a su sucesor, Juan Miguel Galvis Bedoya: “Acá se trazó la ruta. Es momento de mantener el rumbo para que el departamento avance en esta senda de desarrollo”.