En la red departamental de prestadores de salud, las IPS privadas absorben gran parte de la carga. Un ejemplo se dio en época de pandemia, en la que las clínicas particulares contaban con el 80% de camas UCI, sin las cuales la respuesta del departamento a la crisis hubiera sido diferente y posiblemente con consecuencias de considerable gravedad. Consciente de esto, el Gobierno del Quindío liderado por el gobernador Juan Miguel Galvis Bedoya atendió a los representantes de estas entidades prestadoras, que poco han sido tenidas en cuenta en la discusión.
El titular de la cartera en el departamento, Carlos Alberto Gómez Chacón, explicó que “la idea fue analizar los pormenores de las IPS privadas, en el marco de un trabajo conjunto de cara al plan de desarrollo, de manera que se garantice la calidad y oportunidad en la prestación de los servicios, pero también que ellos tengan el flujo de efectivo proveniente de los pagos de las EPS, que no haya dilaciones en el tema, y que las auditorías sean acordes a lo que ellos estén manejando”.
Y es precisamente el tema de la cartera morosa es uno de los puntos neurálgicos para estos empresarios. La presidenta de la asociación de IPS Privadas del departamento del Quindío, Marcela Maritza Moreno Rico, ilustró la situación que enfrentan: “La deuda es tanto de las EPS vigentes –que tienen prácticas inoperantes que interfieren en el flujo de caja y de recursos para la salud- como de las EPS ya liquidadas, que se ha venido pagando de una manera muy lenta y no alcanza ni un 5% de lo que se debe al departamento”.
La propuesta de los prestadores gira en torno a la conformación de una mesa sectorial que agrupe estas entidades y que sirva de facilitador para articularse con el resto de la red, mediante reuniones periódicas y con el acompañamiento de la secretaría de Salud. Entre los temas y además de la cartera morosa, señaló Moreno Rico, están la contratación, la acreditación en salud, las alianzas público privadas y el traslado de pacientes a otros departamentos, esta última una práctica que se da cuando las EPS tienen convenios con prestadores de afuera y que obligan al paciente a desplazarse para ser atendidos por especialistas que ya existen en el Quindío.