En su segundo día, el Foro Educativo Departamental pasó la palabra a quienes se encargan de la educación de niños, niñas y jóvenes en el departamento: los docentes. Particularmente aquellos que han desarrollado en sus clases, enfoques y acercamientos diferentes a los tradicionales, encontrando en la innovación la respuesta a necesidades que solo se evidencian trabajando en campo. Exposiciones de experiencias significativas e innovadoras, y buenas prácticas en el aula, conformaron la jornada, que recogió casos sobresalientes aplicados en el Quindío y que alimentarán el Plan Decenal de Educación que se encuentra en construcción por parte del ente central.
En medio de los tecnicismos propios de un encuentro de docentes, la pequeña María José Pina Barrero, estudiante de cuarto de la Institución Educativa Río Verde Bajo, sede La Cabaña, explicaba el proyecto que su colegio presentó: “Expusimos el proyecto de la meliponicultura”, afirmó sin titubear, “una abeja que no pica y se llama Angelita, y que produce miel. Usamos unas cajas llamadas cajas tecnificadas que se hacen de guadua, y cuando hay temporada de verano las sacamos, sacamos la miel y la vendemos. Me gusta que podamos trabajar con animales y para poder hacer los gastos de la escuela”.
Su intervención y la seguridad con la que hablaba fue, seguramente, de interés y motivación para los jurados. Con licenciatura en pedagogía infantil y magister en neuropsicología y educación, la coordinadora de la Universidad Santo Tomás, en Armenia, Andrea Estefanía Arcila Gil, reveló lo que encontró al conocer varios de los proyectos: “Me ha llamado la atención la manera en la que los docentes han llevado a que la educación sea transversal. En la medida en la que un niño, un joven, un adulto, pueda estar inmerso con su contexto y sus realidades inmediatas, va a ser mucho más fácil encontrar ese propósito y esas afinidades. La escuela se convierte en ese lugar donde se potencializan esos talentos, se redireccionan y se fortalecen las habilidades de un estudiante”.
A su lado en la mesa de jurados, se encontraba Andrés Mauricio Martínez Castrillón, dinamizador del programa de Articulación con la Media del Centro Tecnológico de la Construcción y la Industria del Sena, quien subrayó la pertinencia de las experiencias presentadas en el encuentro. “Ser jurado es una experiencia interesante; escuchar las ideas innovadoras, de emprendimiento e innovación, en pro del desarrollo de la pedagogía y de la educación como motor de emprendimiento y desarrollo de la sociedad. Y me llama mucho la atención que varias de las iniciativas trabajan con el concepto de la economía circular a su vez que ayudan a promover las capacidades de los muchachos, para el desarrollo de proyectos productos que alimenten el sector empresarial y económico”, reveló.