Las quejas que a través de una fotografía que circuló en redes sociales sobre desperdicios de carne de pollo que se estarían entregando a estudiantes que hacen parte del Programa de Alimentación Escolar en el municipio de Pijao, no corresponde a la realidad de la operación del PAE.
La secretaría de Educación del Quindío aclaró que esa imagen corresponde a la piel y los ‘gordos’ del pollo que las manipuladoras de alimentos le retiraron a las presas, y que no se usan para la alimentación de los niños. Esos ‘desperdicios’ son pesados por las manipuladoras para solicitar al operador realizar la reposición del gramaje faltante en las presas limpias.
La directora de Cobertura Educativa de la secretaría de Educación departamental Ana Luisa Ruiz informó que se realizó la verificación de la información y de la fotografía que se hizo pública y se estableció que la misma pertenece a la sede educativa Cañaveral de la institución educativa Luis Granada Mejía del municipio de Pijao, donde el procedimiento de retiro de la piel y ‘gordos’ del pollo es satisfactorio para suministrarle solo presas limpias y de buena calidad a los estudiantes.
El gobierno departamental hace un llamado a la cordura, para que antes de publicar cualquier información donde se presentan supuestas anomalías en la operación del programa, se haga una verificación de todo el procedimiento y se informe a la secretaría de Educación para que realice las acciones para verificar la veracidad de la información.
“Muy seguramente en muchas sedes educativas llega la carne con desperdicios, de hecho la resolución de operación del programa establece un porcentaje en el que carne 100% pulpa es imposible de suministrar. El procedimiento a seguir en este caso es que las manipuladoras retiren la parte de la carne que no sirve, realicen el peso del producto y el operador debe completar la diferencia en gramaje que exista”, explicó Ana Luisa Ruiz Tejada.
Manifestó que si el operador no alcanza a llegar a la sede con el gramaje que hace falta para el momento del servido o la preparación del alimento, se devuelve esa minuta y no se paga la operación de ese día, porque al existir el incumplimiento en el gramaje, esa ración no se le puede reconocer al operador.
La directora de Cobertura Educativa explicó que cuando el equipo de la secretaría de Educación departamental se da cuenta de la anomalía a tiempo, es decir, antes de la preparación del alimento, se le exige al operador la reposición en gramaje, a través de la persona que está en la institución y que se está dando cuenta de la situación.
“La supervisión del programa no es solo responsabilidad del equipo PAE. Todos los actores que están alrededor del funcionamiento del programa son responsables de la operación. Si la secretaría de Educación o nuestros supervisores no reciben la información porque no alcanzan a estar en las 266 sedes educativas en un día, entonces la información nos la deben suministrar quienes están directamente en el proceso de servido de los alimentos, o de recibir los insumos. Si no nos informan a tiempo no podemos exigir el cambio de esos insumos”, precisó.
Pago a manipuladoras
Con respecto al pago de los salarios de las manipuladoras de alimentos del programa, la secretaría de Educación departamental informó que el operador se puso al día hasta el mes de agosto y está en trámite para iniciar el pago correspondiente al mes de septiembre.