Producir abonos y bioplaguicidas, a través del procesamiento de una tonelada de material orgánico cada semana, es uno de los objetivos de la gobernación del Quindío, para el fortalecimiento de la seguridad alimentaria en el departamento. La estrategia se puso en marcha con la construcción de biofábricas de abonos y bioplaguicidas en los 12 municipios del Quindío.

La finalidad es que cada municipio tenga una biofábrica que permita que los pequeños productores puedan obtener material como plántulas, bioquímicos e insumos orgánicos para la producción de huertas en sus fincas. Cada biofábrica estará en capacidad de producir 2.000 plántulas, 200 litros de bioplaguicida y 200 litros de biofertilizante.

El material vegetal será entregado a los productores beneficiarios de los programas de seguridad alimentaria y huertas caseras liderados por la gobernación del Quindío. Estos espacios permitirán la producción de bioinsumos y preparados orgánicos que son necesarios para fortalecer el desarrollo de frutas y verduras, mejorando su composición natural.

Raúl Andrés Vargas, coordinador del proyecto de Seguridad Alimentaria en el departamento, destacó que este modelo a implementar permitirá garantizar la producción de material vegetal nativo para fortalecer las huertas en las localidades quindianas. “Con esta iniciativa del gobierno departamental se busca que el productor sea más consciente del manejo de los cultivos de una forma limpia y orgánica”, precisó.

La iniciativa permitirá abaratar costos en la implementación de las huertas, pues una vez entren en funcionamiento las biofábricas, producirán el material necesario para la ampliación de cobertura de los programas del gobierno departamental.