El diagnóstico que se adelanta con los comunales del Quindío para construir la política pública de las Juntas de Acción Comunal, JAC, ha desvelado que los dignatarios en la región solicitan mayores espacios de capacitación, más atención y acompañamiento.
Así lo manifestó Faber Riveros, funcionario de la Secretaría del Interior y enlace con las JAC, quien agregó que los representantes de dichos espacios comunitarios han participado de los talleres que facilita la administración seccional, para tener un contacto directo y así conocer de las propuestas que ellos tienen para la elaboración de esta línea en el departamento. “Ya hemos visitado Circasia y Génova, en donde hemos tenido una participación representativa de los comunales. En el departamento del Quindío, de acuerdo con los diagnósticos, lo que estamos evidenciando ahora no es distinto a lo que ellos siempre han reclamado, que los tengan un poco más en cuenta, que los capaciten, que estemos pendientes de ellos, una mayor organización de las juntas”, enumeró Riveros.
Precisó que varios de los integrantes de las juntas desconocen de los beneficios que les han otorgado las nuevas normas aprobadas para el fortalecimiento de las JAC, como es el caso de la ley 1989 de 2019, que potencializó la 743 de 2002, y que contempla más capacitación para los comunales, acceso a programas técnicos, tecnológicos, profesionales o de formación continua con el SENA y la ESAP, así como ayudas para el mantenimiento y funcionamiento de los salones comunales, banco de proyectos, y a ser atendidos por las autoridades del municipio, entre ellas concejos y el mismo alcalde.
En el Quindío están registradas 549 juntas comunales y solo 439 están activas, por lo que el diagnóstico para la construcción de la política pública servirá para conocer las causas y los efectos de esta inactividad, y se estructure una hoja de ruta en beneficio de las comunidades y la promoción del liderazgo comunal.