“El suicidio es prevenible”, es una de las principales conclusiones del estudio sobre conductas suicidas en jóvenes y adolescentes del departamento del Quindío que fue socializado por las docentes Investigadoras del programa de Psicología de la universidad San Buenaventura de Medellín, Leonor Celia Galindo, Leydy Johanna Arias Arias y Deisy Viviana Cardona Duque.

El estudio que fue entregado a la secretaría de Salud departamental se realizó con información sobre eventos suicidas presentados durante el 2018 en el departamento, en adolescentes entre 15 y 19 años y jóvenes adultos entre 20 y 35 años, con los que se analizaron las características psicológicas familiares y clínicas en estás personas que han presentado al menos un intento de suicidio en algún momento de su vida.

Se destacan tres hallazgos: El primero que tiene que ver con la relación entre el intento de suicidio y la salud mental, encontrando que el 50% de las personas evaluadas han presentado múltiples intentos suicidas, lo que indica que es necesario más trabajo en los programas de seguimiento a los pacientes cuando se identifica el primer intento.

La psicóloga Deisy Viviana Cardona, explicó que estos son casos que requieren atención en salud mental, pero de las personas evaluadas solo el 15% habían recibido atención psiquiátrica y psicológica al momento de la evaluación. Lo que indica una falencia en la atención a trastornos como depresión, trastorno afectivo bipolar, ansiedad y uso de sustancias por parte del sistema de salud y que hay que trabajar más en la adherencia de estos pacientes a los tratamientos y que las entidades como las IPS tengan una atención más contante.

En segundo lugar se identificó como factor de riesgo la disfunción familiar, encontrando en el 80% de los casos analizados presentan disfunción familiar severa o altos niveles de insatisfacción con las dinámicas de funcionamiento de sus familias. “Esto no quiere decir que las familias sean culpables, lo que significa es que hay una necesidad de fortalecer el funcionamiento de las familias”, explicó la investigadora.

El tercer hallazgo está relacionado con dificultades en la regulación emocional, lo que evidencia que hay necesidad de trabajar en los adolescentes y jóvenes, mayores habilidades para entender sus emociones, entenderlas, manifestarlas y darles un manejo.

La psicóloga Cardona afirmó que hay que eliminar el mito de que la persona que piensa en el suicidio quiere morir. La Organización Mundial de la Salud, OMS indica que lo que realmente quiere la persona es terminar con el sufrimiento psicológico, por lo tanto el trabajo en pro de mejorar la salud mental es la forma de prevenir estos comportamientos.