Dentro de los 13 pilares que componen el Índice Departamental de Competitividad 2019 (IDC), que cada año emite el Consejo Privado de Competitividad y la universidad del Rosario para medir el desempeño de los territorios en esta materia, el Quindío obtuvo una excelente calificación en el pilar de instituciones, al ocupar el segundo lugar en el indicador de transparencia.

La calificación general que le otorgó el IDC al Quindío lo ubica en el noveno puesto con una calificación de 5,44 sobre 10 puntos. La medición incluyó por primera vez a los 32 departamentos además de Bogotá, siendo un logro importante de resaltar para el departamento que desde el 2018 viene teniendo un crecimiento importante en competitividad al pasar del puesto 14 al 9.

El informe que se emite desde 2013, presenta 104 indicadores, cuatro factores de análisis (condiciones habilitantes, capital humano, eficiencia de los mercados y ecosistema innovador) y 13 pilares de competitividad entre los que están instituciones, educación, infraestructura, salud, adopción TIC, entre otros.

Otro de los resultados destacados en el pilar de instituciones es el índice de Gobierno Digital para el Estado en el que Quindío ocupó el primer lugar y el de eficiencia de la justicia en el que se obtuvo el segundo puesto.

En el pilar de infraestructura el departamento se destacó en el indicador en la infraestructura de servicios ocupando los primeros lugares en cobertura de servicios públicos relacionados con gas natural, acueducto y alcantarillado. En el pilar número cuatro relacionado con sostenibilidad ambiental se ocupó el segundo lugar en calidad del agua y el primero en la disposición adecuada de los residuos sólidos.

Otro de los pilares con excelentes resultados para el Quindío fue el de educación donde la calidad de los docentes de colegios oficiales fue calificada con la tercera puntuación más alta y el puntaje en las Pruebas Saber Pro donde se obtuvo el quinto puesto.

El Índice Departamental de Competitividad se ha consolidado como una herramienta para que las regiones puedan tomar decisiones de manera informada y que resulten en mejoras en la calidad de vida de sus habitantes.