La jefe de la oficina de Familia de la gobernación del Quindío Natalia Álvarez Rúales participó en la ciudad de Bogotá del lanzamiento de la estrategia ‘Territorios Amigos de la Niñez’, TAN, iniciativa del gobierno Nacional, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF.
La estrategia quiere movilizar a los territorios para que, a través de la implementación de las políticas públicas, se contribuya en la protección integral de los derechos de la infancia y la adolescencia.
La iniciativa es liderada por la primera dama de la Nación María Juliana Ruiz Sandoval, la consejera presidencial para la Niñez y la Adolescencia Carolina Salgado Lozano, la directora regional de Unicef para América Latina y el Caribe María Cristina Percival y la directora del ICBF, Juliana Pungiluppi Leyva.
Esta estrategia se presentó en el marco de la conmemoración de los 30 años de la convención de los Derechos del Niño y de los 40 años del Sistema Nacional de Bienestar Familiar, SNBF.
La funcionaria del gobierno seccional explicó que la administración de Carlos Eduardo Osorio Buriticá está uniendo esfuerzos con todas las entidades que participan de la estrategia TAN para eliminar la violencia contra la niñez y la adolescencia. “Vamos a trabajar en temas como nutrición, jornada única, espacios de participación, cultura y superación de la pobreza”.
“Estamos trabajando en consolidar la información que será presentada en la Rendición Pública de Cuentas para mostrar los avances del gobierno departamental en la protección de niños y niñas”, concluyó Álvarez Rúales.
La estrategia TAN del ICBF y Unicef está inspirada en el modelo global de 'Ciudades amigas de los niños', que busca la protección integral de la niñez y su priorización en toda agenda pública y privada. Actualmente, la iniciativa se implementa en 40 países y ha impactado a 30 millones de niñas, niños y adolescentes en el mundo.
Un territorio amigo de la niñez es un espacio de vida donde todos y cada uno de los niños, niñas y adolescentes participan, son queridos, cuidados y protegidos por la familia, la comunidad y el Estado, que los reconocen como el centro de sus prioridades e incorporan sus voces para garantizar su pleno desarrollo y felicidad.